sábado, 20 de julio de 2013

Cuestión de fe

Es verano, y en la comisaría Brunetti no hace más que secarse con el pañuelo las gotas de sudor que se van deslizando por su frente. En agosto los carteristas, camellos y demás delincuentes de poca monta se esconden del calor y el panorama suele mantenerse tranquilo. Pero parece ser que va a ser un mes de lo más movido.

Apenas unos días antes de la muerte de Araldo Fontana, una fuente había informado a Brunetti acerca de los tejemanejes de origen fraudulento que realizaban entre el susodicho ujier del Tribunal de Justicia y la juez Coltellini. Al parecer los aplazamientos de las vistas, por falta o extravío de documentos, siempre beneficiaban a una de las partes afectadas. Lo más asombroso es que para Araldo no había sino buenas palabras y elogios debido a su empeño, formalidad y capacidad de trabajo. Todos coincidían en que se trataba de un empleado ejemplar y una buena persona. 

Además para añadir más leña al fuego, el ispettore Vianello le había pedido su ayuda en un caso de estafa, en el que su tía estaba siendo una de las víctimas. El señor Gorini se hacía pasar por adivino y curandero milagroso. Había cambiado de identidad para abrir su consultorio en Venecia. Todo esto se le venía encima a Brunetti, cuando lo único que él quería era huir a la montaña y pasar unos días con su familia, lejos de aquel asfixiante calor...

Nunca había leído a Donna Leon, considerada toda una autoridad de la novela negra. Me ha sorprendido las descripciones y la ambientación en la que se han desarrollado los casos. Sin duda reflejan el amor y la adoración que profesa la autora por esta maravillosa ciudad flotante. 

He disfrutado leyendo el libro, quizás esperaba que fuera un poco más trepidante, que me enganchara de tal manera que no quisiera parar de leer. Sin embargo a pesar de que hay momentos en los que el interés por el argumento decae un poco, los diálogos entre los compañeros de Brunetti en la questura no tienen precio. Además como buena novela negra, el desenlace de los acontecimientos resulta totalmente inesperado.
Creo que puede ser una lectura muy recomendable en la que sumergirse durante las vacaciones de verano.


Donna Leon (Nueva Jersey, 1942) ejerció como profesora en escuelas de Europa y Asia. Estudió en Italia en las ciudades de Perusa y Siena. Ha escrito numerosas novelas negras ambientadas todas ellas en Venecia, protagonizadas por el carismático Brunetti. Sin embargo a pesar de que sus obras han sido todo un éxito en Europa y Estados Unidos, la autora no ha querido traducirlas al italiano, de hecho en Venecia (su residencia actual) es toda una desconocida.



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